En honor a los que participaban por primera vez empezamos la jornada haciendo una ronda de auto-presentaciones, y debimos de hacerlo muy bien, porque al final del día era como si fuéramos amigos de toda la vida. Por lo menos en lo que a mi respecta y como ya expresé en un momento dado, llegué a sentirme tan a justo con los nuevos como con los de siempre, y esto no es cualquier cosa.
Con lo que nos justa hablar... quedó poco tiempo para el coaching, pero sí quedaron sembradas algunas semillas, se aclararon algunos conceptos y en general nos acercamos a ese nuevo campo de posibilidades del coaching.
Continuó una humilde servidora, ejerciendo mi función de sustituta, con una sesión orientada a la limpieza interior de cuerpo y mente y a la idea de fluidez como favorecedora de esa limpieza.
A Vera le tengo que dar mi más sincera enhorabuena, y mis disculpas, cuando preparé la agenda no fui consciente de la dificultad añadida de dar la clase justo después de la comida. Pero eso no resultó un obstáculo para ella, al contrario, supo sacarle partido y creó una estupenda clase de yoga para después de comer que convivió muy bien con nuestra digestión y que movilizó nuestra caderas y despertó la energía de los primeros chakras.
Continuó Inma con una clase inspirada en el desapego. Gracias Inma ¡¡siempre se puede contar contigo para los encuentros!! A mi la clase me resultó impactante, vamos que salí con ganas de desapegarme de todo lo que se pusiera por delante.
Pilar nos hizo re-encontrarnos con el Vijaya Devi mantra, y de esa manera tan bella, cantando todos juntos, terminó el encuentro...
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